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miércoles, 6 de abril de 2011

Las preguntas del caso Makled:



Walid Makled será extraditado a Venezuela, el vocero del stablishment colombiano que ha llegado a la presidencia como otros de su familia decidió en pos de sus intereses nacionales, como un viejo estadista francés de la real politik obviando ideologías y sentimientos, que entregará al sirio-venezolano de las mil y una noches de “líneas blancas” (cualquier doble sentido es aplicable) a la justicia criolla, y serán los mismos magistrados que juzgan Pdval, Caaez,  quienes lleven a cabo la administración de la dama ciega en este caso.
La red de denuncias de Makled y contra Makled es ya casi infinita, como resumen podemos decir que a él y a su familia se le acusa de construir un imperio de miles de millones de dólares (esas cifras que en Venezuela solo poseen los Mendoza, Cisneros y hasta hace poco…Fernández Berruecos) con Aeropostal y el control del puerto de Puerto Cabello a la cabeza, los coqueteos de la familia con la política oficialista son inocultables, su cercanía con Acosta Carles y el intento de Abdala de ser alcalde de Valencia lo confirma, pero no prueban la relación delictiva con el alto gobierno que Walid pretende en su cruzada de soplón del “narco estado” venezolano presentar.
Todos conocen las denuncias de Makled, se resumen en: él no es el capo sino uno más incluso un instrumento del narco gobierno, pagaba millones de dólares a militares venezolanos reconocidos entre ellos el comandante de la armada Aniasi Turchio y familiares de Tarek El Aissami, le montaron una trampa para cerrarle el paso. La verdadera denuncia esta detrás de lo que Makled dice ¿Quién controla el negocio de la droga en Venezuela?.
En los últimos años hemos visto al menos 4 hechos noticiosos que apuntan a la participación de altos mandos de la FANB y del gobierno en el narcotráfico:
1: “el cartel de los soles”: denunciado por la colega Sebastiana Barraez, desde esta presunta asociación militar se controlarían los pasos de la droga desde el occidente (entrada) hasta el oriente, en su proceso de salida del país, los primeros denunciados fueron los altos oficiales Frank Joaquín Morgado González y Alexis Maneiro.
2: El caso Rodríguez Figueras y Farid Feris Domínguez: el general Rodríguez Figueras (hombre de confianza del diputado psuvista ex gobernador Luis Reyes Reyes) fue separado de su cargo como comandante de las FAP del estado Lara, luego de que una investigación dirigida por los diputados Víctor Martínez (antes MVR hoy disidente) Nelson Pineda (antes MVR hoy PPT) y Fredy Pérez, concluyera en una moción parlamentaria en su contra, las denuncias eran haber creado una policía paralela a cobro, dirigir un grupo de exterminio con base en el DIAC (división de inteligencia de las FAP) con decenas de asesinatos y finalmente concordar con el narcotráfico, la prueba de lo último fue la detención del capo colombiano Farid Feris Domínguez quien al momento de su captura tenía policías de Lara como escoltas y portaba un carnet de las FAP expedido por el general.
3: La DEA: el archiconocido servicio contra las drogas de los estados unidos y el departamento del tesoro han dejado colar unos supuestos documentos donde se asegura que los Generales Hugo Carvajal (jefe máximo de la inteligencia venezolana) Cliver Alcalá Cordones  (de los más cercanos a Chávez) y Henry Rangel Silva, son considerados hombres del narcotráfico y las FARC en Venezuela.
4: Finalmente el caso Makled: solo decir que se suman importantes nombres militares como el almirante Aniasi y el actual inspector general de la FANB, en una red (bluff o no) en la cual según el sirio hay más de 80 generales, almirantes y coroneles, y de la que se benefician en paralelo Farc, FBL y hasta Hezbolá (estos últimos ya habían sido relacionados con el actual ministro de interior Tarek El Aissami a su paso por la Oni-Dex)
Ante tantas denuncias y pocas pruebas, más allá del campante accionar de la Guerrilla colombiana y venezolana sin que nadie las detenga en el territorio nacional, la pregunta es ¿Dónde está la verdad? Las hipótesis son varias y para todos los gustos:
A: la hipótesis preferida del gobierno nacional es que todo esto es una gran mentira, un pacto entre los verdaderos narcos y “el imperio” para dañar la reputación de la revolución venezolana, si Makled y algún general caen, no pasarán de ser los Ochoa necesarios para purificar las cosas.
B: la hipótesis contraria es el tinglado completo, la macro conspiración del narco estado con fines revolucionarios, desde esta visión todo el alto mando militar, pero especialmente sus comandos de frontera, puertos e inteligencia, componen bajo la dirección del jefe de estado un eslabón nacional de una red internacional de crimen organizado revolucionario, cuyo leit motiv son las drogas, junto con el gobierno cubano (y Ochoa nos vuelve a la mente) las FARC, Ortega y Nicaragua, Hezbolá, Hamas, la dictadura Baasista Siria y la teocracia Iraní, con los vuelos al medio oriente y las escalas en África, como aristas en el viejo mundo de la red.
C: finalmente hay una gama de intermedios, que va desde pensar que un grupo de militares a espaldas del gobierno aprovechan los pactos políticos que llevan al abandono de fronteras para lucrarse, hasta la posibilidad de que el propio gobierno deje hacer a algunos de los suyos de manera desordenada en el campo de la droga para buscar recursos “revolucionarios”.
Todos estos casos dejan preguntas puntuales en el aire, si no era política de estado apoyar a Makled como el mismo se pregunta, ¿por qué le dan los puertos, como sale un avión cargado de droga de rampa presidencial?, y así en todos los casos, si no hay una protección mayor a la red delictiva que estaba en la policía de Lara ¿por qué el asesinato del defensor de ddhh Mijaíl Martínez, hijo del principal denunciante de Rodríguez Figueras, se ha convertido en un cangrejo eterno?, ¿cual es el papel de las FBL? Controlan droga y secuestros en el eje Apure-Táchira sin ninguna incomodidad.
Extraditado Makled a Venezuela deberían empezar a despejarse muchas de estás preguntas, con pruebas, esperemos que en nuestro país se haga justicia.