He necesitado más de un día para
recuperarme anímicamente, reconciliarme con mi país y analizar lo sucedido y lo que vendrá, el 07
de Octubre pudo ser el día más importante de la historia republicana y no lo ha
sido, porque el continuismo no hace historia y el cambio sigue esperando. Antes
de proponer en algunas líneas, espero poco divagantes, mi visión de este hito
en el proceso venezolano quiero aclarar que lo que hoy redacto no compromete la
visión de lo que opina y propone el partido de mis ideales que no es otro que la democracia cristiana, la
institución en la cual laboro: el Gobierno democrático del Táchira, ni al líder
de esta región nuestro gobernador César Pérez Vivas. Son las líneas de un joven
político y periodista, estudioso de la comunicación política y del marketing
electoral, activista de la libertad y de los valores de occidente.
Para entender lo que sucede en Venezuela
voy a recordar algunos datos aprendidos en escenarios diversos, desde reuniones
estratégicas de la oposición hasta ponencias de expertos, pasando por clases de
estudios de pre y post grado, una pequeña ensalada que a pesar de su multiplicidad
está prácticamente a mano de todos los ciudadanos pensantes de este país.
No hace mucho en el escenario
post reforma y pre enmienda escuché atentamente una buena disertación de John
Magdaleno @johnmagdaleno, en una especie de charla para un grupo de dirigentes
de este lado del espectro político, allí mostraba el histórico de las encuestas
en Venezuela midiendo aprobación de Chávez
e intención de voto, básicamente con Datanalisis si no me equivoco como matriz,
para resaltar en este párrafo tres puntos: del 99 hasta “el paro” Chávez fue descendiendo
en las mediciones, vuelve a subir solo con el lanzamiento de las misiones y sólo
pierde en la reforma. Sobre esos datos volveré más adelante.
Luego en mi formación el buen
amigo y profesor Carlos Delgado Flores @cardelf me planteó un división del
electorado no tradicional y aparentemente avalada por algunos expertos, como el
hoy tan polémico Oscar Schemel de @hinterlaces, en la cual se resaltaba la
preponderancia del “votante racional individual” sobre el “votante racional social” en nuestro país,
¿qué significa? Que la gente vota racionalmente según su beneficio personal y
no pensando en el bien común, y ante la dependencia del estado clientelar vota
por el estado-gobierno-partido. Por cierto del mutable Schemel recuerdo también
una presentación de investigación cualitativa nacional, donde básicamente mostraba
la excelente imagen de las misiones, la relación identitaria de las clases d y
e con Chávez, pero el fracaso del gobierno en convencer sobre el socialismo,
las expropiaciones, las limitaciones de la libertad o Cuba como símbolo y
camino.
No mucho después de observar esos
datos, llegó a mis manos una sencilla presentación, allí básicamente mostraba
como la oposición era particularmente más fuerte en las ciudades y municipios
en los cuales hay mayor acceso a Globovisión, Tv cable y radio independiente,
pero además son claros los estudios sobre la construcción de hegemonía
comunicacional por parte del gobierno, partiendo de la ley resorte, el cierre
de RCTV, el acoso a Globovisión, el cierre de las emisoras populares más críticas al gobierno (cnb), pero más
importante la neutralización mediante estas amenazas y ejemplos, además de la
presión económica, de casi todo el espectro radioeléctrico, grandes televisoras
nacionales (sin un programa de opinión crítico) y regionales (un poco más
libres algunas). Y finalmente el crecimiento absurdamente desmedido y con
recursos de todos los venezolanos, de los medios a ordenes del PSUV, a saber:
Vtv, Teves, ANtv, ViveTv, Rnv, YVKE Mundial, y centenares de radios falsamente
comunitarias. Quien quiera ahondar en estos datos solo debe recolectar los
artículos dominicales del mayor experto del área en nuestro país, Antonio
Pasquali.
Por último el resultado del
domingo, a pesar de la maravillosa campaña y del esfuerzo, Capriles pierde por 10%, dándole la razón a encuestadoras
tradicionales como Datanalisis y el IVAD, pero creciendo más de 4 veces más que
el gobierno desde el 2006, y manteniendo la votación mayoritaria en los centros
urbanos. Un detalle adicional: sólo gana en los Andes. Para muchos derrotado el
mito de los ni-ni, en realidad no alineados, para otros se prueba que aquellos
sin alineación política, un 30% al centro del espectro, en elecciones
presidenciales votan a Chávez.
Son muchos datos, pero necesarios
para entender mis conclusiones, durante 14 años he enfrentado al chavismo
directa o indirectamente, directamente en la militancia política y
universitaria, indirectamente en una ética búsqueda de la verdad en el
ejercicio del periodismo, en 14 años he aprendido a conocer a sus militantes y
votantes, a saber que son distintos entre sí, algunos tienen reales raíces ideológicas
de la vieja y minoritaria izquierda nacional, otros padecen del revanchismo,
muchos se sienten identificados con el liderazgo carismático de un político
atípico, mesiánico pero parecido al pueblo, primero entre iguales, y finalmente
otros ceden ante el beneficio particular, y allí van desde boliburgueses hasta
beneficiarios de las misiones, pasando por el funcionariado profesional de
clase media.
Conversando en redes sociales
antes de las elecciones con una joven profesora universitaria y colega, y con
un viejo amigo pro gobierno y de izquierdas, hice algunas predicciones erradas
por esperanzadas, pero no totalmente falsas sobre las que vaciaré mis
conclusiones, decía básicamente que la ineficiencia patente del gobierno:
cortes de luz, puentes caídos, inflación y escasez de alimentos, inseguridad,
terminaría derrotando a la distribución socialistoide de la renta petrolera. Y señalaba
que Capriles tenía opción de ganar por la emotividad de su campaña de cambio
(efecto Obama) frente al mensaje duro y gris del gobierno, pero que Chávez
podría ganar si movilizaba a todos aquellos que del estado dependían.
Ciertamente la ineficiencia no
venció al chavismo, y la emotividad de la campaña no fue suficiente, ambas se enfrentaron
al mismo monstruo, el gasto público y las misiones, pero también al liderazgo
de un Chávez titánico renacido de su enfermedad, y al ventajismo que impide
mostrar la otra cara del país a millones de venezolanos. La cruda realidad de
este lado de la acera, es que es muy difícil (no imposible) llevarle el mensaje
de la libertad y la modernidad, a la Venezuela transmoderna que depende del
estado para comer, estudiar y crecer, aunque la ineficiencia del modelo nos
haya hecho crecer a nosotros un 50% desde el 2006 y al chavismo únicamente un
9%. El chavismo jugó la baza del miedo y triunfó.
La cruda realidad para el
chavismo, es que luego de 14 años de “revolución” cada vez están más inmóviles
electoralmente, pero peor aún, no han logrado convencer de su modelo ni
profundizarlo, ellos y nosotros sabemos que el país está estancado en la peor
versión del nacional populismo, dependiente de la renta petrolera, y con un
estado voraz e improductivo que alimenta una clientela que crece y crece, lejos
del socialismo real, pero más lejos de
la libertad. Un clásico fascismo de izquierdas en su modo light, inspirado en
Nasser, Gadaffi, Al Assad y Hussein, pero reflejo de Putin.
¿Por qué gana Capriles en los
centros urbanos? Porque allí está asentada la economía productiva venezolana,
porque los valores de la modernidad, con la libertad al inicio, son allí
importantes y finalmente porque en el marco de esa modernidad occidental, la eficiencia es medible, y
puentes caídos y carreteras destruidas cuentan. ¿Por qué gana Capriles en los
andes? Porque incluso la ruralidad andina es menos transmoderna, más “occidentalizada”
por así decirlo, que en el resto del país, el votante andino vota según sus
valores tradicionales, rechaza el comunismo, la violencia, y defiende el
trabajo, la propiedad y la libertad.
Quiere decir todo esto que a las
clases d y e, a los pobres de nuestros país, no les importa la libertad, la
propiedad, la tradición, la eficiencia…no, quiere decir que su voto está planteado
desde otro cuadrante, que como bien lo dijo Rafael Caldera en el discurso que
lo llevó al gobierno, no se le puede pedir a alguien que no tiene con qué comer
que se rasgue las vestiduras por la democracia, que no solo hay un líder carismático
como pocos quien se identifica con ellos, sino que su lenguaje es el de sus
reivindicaciones y su praxis la de las falsas soluciones aparentes. Millones de
venezolanos de los sectores populares han votado a Capriles, si no Chávez
hubiese obtenido el 80% de los votos, pero millones no lo hicieron, y nuestra
labor es convencerlos de que las muestras de ineficiencia son las muestras del
fracaso del modelo.
Quizá tomando algunos estudios,
como uno publicado hace poco más de una año por el centro Gumilla @centrogumilla,
en los cuales se mostraba que el mensaje de un socialismo light o democrático
había penetrado a la mayor parte de los no alineados y de los pobres, asociando
socialismo a programas sociales, analizando erróneamente hemos caído en la
trampa de querer apropiarnos del lenguaje del chavismo, incluso de proponer una
ley de misiones, mi opinión es que no podemos enfrentar a Chávez en su terreno.
La oposición venezolana sigue
teniendo solo una gran victoria nacional, la reforma, yo me pregunto ¿qué se
derrotó en la reforma? Se derrotó la imposición de un modelo abiertamente
marxista y totalitario, el estado comunal, la limitación a la propiedad
privada, la nulidad de la libertad de expresión, ¿cuál fue la razón de la
victoria? Nos jugamos la baza del miedo…y ganamos, porque en el fondo de su
estructura mental el venezolano no quiere vivir en la Cuba de los Castro, ni en
la extinta URSS, quiere vivir en un paraíso social demócrata, donde el mito del
país rico, el petróleo como soporte de un estado para todos, garantice la mayor
suma de felicidad posible en libertad tal y como la preponderancia adeca
proponía. El problema es que Venezuela no es un país rico, es un país
dependiente de la renta petrolera para sostener su improductividad, y es en los
otros valores nacionales, la conjunción de trabajo, libertad, propiedad, donde
está el camino del desarrollo.
Si bien es cierto el Táchira
tiene características particulares, también lo es que la oposición liderada por
Cesar Pérez Vivas ha sabido encaminarlas, la defensa de nuestros valores es
nuestra principal carta, y se ha logrado la victoria no por poco, es una
victoria contundente que resulta casi una anomalía para el escenario nacional,
por eso repito las palabras de nuestro gobernador “seguid el ejemplo que el
Táchira dio”. Hoy planteo a todos los expertos y políticos nacionales la duda
frente a la estrategia seguida, la triangulación de lo social la hemos
convertido en hablar el lenguaje del chavismo, y quizá no hemos obtenido el éxito necesario, ¿estaría
mal hablarle al país del comunismo y su fracaso? ¿De la importancia de la
libertad? ¿De la ineficacia del gobierno que sólo fue un tema fuerte al final
de la campaña? Creo que la idea no es convencer al voto “racional individual”: es
convertirlo, pasar del mercadeo centrado en la demanda al mercadeo centrado en
la oferta. Hoy es quizá el gran momento de la auto crítica.